VIDEO DEL MES

SUSCRIPCIÓN

Loading...

Loading...

Serie Los Senores del Pisco Aurelio Montoya Arias

 

Agradecemos al historiador Eduardo Dargent por permitirnos publicar este texto.


Aurelio Montoya Arias

 

En 1945 don Aurelio Montoya Arias, cuyo suegro, don Armando Macedo y Maza con su hermano Federico era dueño de la hacienda Montesierpe, situada en Humay a cuarenta kilómetros del mar en el valle de Pisco, decidió jugarse por nuestro aguardiente de vino.  Si bien hoy se tiene como fecha inicial de la producción de pisco en la hacienda el año 1776, esta fecha parece muy tardía y requiere una mejor investigación. En todo caso, para cuando Montoya decido revalorar y lanzar al mercado el pisco Montesierpe, el pisco era bien conocido en los valles de Pisco e Ica.   Si bien Don Armando Macedo y su hermano Federico tenían su interés principal puesto en el algodón, nunca descuidaron la producción de sus viñedos y se reconocía la alta calidad del pisco de Montesierpe.  Lo que le tocó a Aurelio Montoya fue dar el gran salto y ponerlo en valor a nivel nacional.

El origen de la hacienda Montesierpe, cuyo nombre toma de un cerro con forma de serpiente, se remonta al año 1652 según el investigador Guillermo Vera, quien indica que su primer dueño fue el español Francisco Pérez. Con el correr del tiempo estuvo la propiedad en manos de los Jesuitas hasta que fueron expulsados por Carlos III en 1767, momento en que pasó a otros dueños. Se tiene claro que en el siglo XIX era Montesierpe propiedad de la familia Robles, la cual debió haber vendido al Señor Ojeda. Armando Macedo era administrador de la hacienda cuando casó con la hija del Señor Ojeda y posteriormente compró la propiedad a su suegro con participación de su hermano Federico.  

 

 



Con una visión moderna, Aurelio Montoya no se quedó solo en asegurar una calidad óptima para su producto, sino que comprendió que era necesario darle una presentación adecuada y atractiva.  Como primera medida en esa dirección, pidió al pintor Enrique Camino Brent que le diseñase una etiqueta.  El artista reprodujo acertadamente el portón de la hacienda en su clásico estilo expresionista, lo cual fue un éxito desde el primer momento.  Sumó a la presentación el papel fino con letras doradas con el que se envolvió cada botella y un texto explicativo producido inicialmente por el cronista gastronómico Adán Felipe Mejía, “El Corregidor” y posteriormente por la escritora María Rosa Macedo.  Se prepararon además unos baulitos de madera en los que se colocaban las botellas y en la tapa de los cuales iba pegado el escrito informativo.

Otro avance en su época, fue contratar la distribución del “Pisco Montesierpe” a la Agencia Comercial Unanue, del Ingeniero e historiador Eugenio Alarco Larrabure. Esta forma de marquetear el producto Pisco, que hasta el momento había sido tenido por popular y poco digno de la mesa elegante, cambió la manera de apreciar nuestra bebida y dio inicio a un proceso que continua cada vez con más fuerza en el país.

Posteriormente, al llegar a cierta edad, don Aurelio Montoya se retiró y quedó la hacienda y su producción en otras manos, pero el recuerdo del precursor del Pisco, de quien retomó el camino de varios siglos, tal como lo apreciamos y degustamos hoy, es imperecedero y el Perú le estará eternamente agradecido.

 

Eduardo Dargent Chamot

 

 

Comentarios (0)

Participa con tu comentario