Primera Plana

Tema de reflexión: Destilando amor 
“¡Salud querida gaviota!”

Hace casi un año, inspirada por la luna llena que iluminaba una plaza de Tequila, Jalisco, Angélica Rivera tomó de la mano a Miguel Córcega y a Nicandro Díaz, director de escena y productor de Destilando Amor, respectivamente, y les propuso que pidieran un deseo.

El de ella, asegura, se cumplió con creces.

Porque no sólo consiguió la aceptación del público, sino que logró fusionarse de tal modo con su personaje, que hoy la llaman Gaviota por la calle.

         

"Todo se dio gracias a la relación con Ana Martín, porque creerme que Clarita era de veras mi mamá funcionó, igual que creerme que estaba enamorada de Rodrigo Montalvo (Eduardo Yáñez).

"Además, Gaviota y yo tenemos muchas cosas en común: es una mujer aspiracional, con valores perfectamente puestos... el tono fuerte de voz, y hasta hablaba rapidito, como yo", comparte la actriz.

Eso sí, aunque llegó un momento en que dominaba a la perfección a su personaje, tuvo que disciplinarse para llevar el mismo paso que su coprotagonista.

"Eduardo hace 40 escenas diarias y no usa apuntador; yo tampoco quería usarlo, y aprendí que, si te disciplinas, se puede".

La luna jalisciense también hizo realidad el sueño de todo productor: captar un alto nivel de audiencia, lo que de paso benefició a la ciudad que sirvió como locación principal a la telenovela.

"Empezamos con 26 puntos de rating, y ha alcanzado hasta 40.6 a nivel nacional (el puntaje más alto de los últimos años fue de La Fea más Bella, cuyo episodio final registró 43).

"En Tequila, Jalisco, el turismo se ha incrementado en un 400 por ciento, según datos que gente del Gobierno nos da cuándo vamos para allá. Ese es un indicativo de las cosas que se han logrado", asegura Nicandro Díaz.

Aunque de manera indirecta, la telenovela también contribuyó en el aumento de ventas registrado por la industria del tequila, sector que en algún momento criticó a la producción de Televisa por mostrar imprecisiones sobre el proceso de jima.

"En este momento no tengo las cifras recientes, pero también es muy difícil decir en qué porcentaje impacta ese tipo de eventos a las ventas.

"Lo que es un hecho es que Destilando Amor ha ayudado mucho a que la gente conozca más del tequila, lo cual es básico para que el consumidor empiece a entender la bebida y sea de sus preferidas", reconoce un representante de la Cámara Nacional de la Industria Tequilera.

Pero no solamente el público: también Angélica Rivera descubrió algunas particularidades sobre el agave y la vida de los jimadores.

"Este tequila me supo riquísimo, porque aprendí que una piña puede pesar de 70 a 100 kilos, que la gente del campo la carga y se espina; todo eso lo valoras, y te sientes orgulloso de que sólo se dé en este País".

Extraido de: Nuestrotequila
   

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